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Aprendiendo nuevos idiomas

Actualizado: 29 jun 2020

El cerebro es como un músculo



Hay actividades que estimulan nuestra mente de una manera muy especial. Por ejemplo leer, practicar deporte o escuchar música. Todo ello nos permite desarrollar habilidades que pueden resultar muy útiles en otros aspectos de la vida.


Aprender un idioma es una de esas actividades que favorece un mayor desarrollo de nuestro cerebro. Contribuye a nuestra memoria y a nuestra habilidad para realizar varias tareas al mismo tiempo, además de mejorar nuestra capacidad de concentración.


En personas adultas, aprender un nuevo idioma puede retrasar la aparición del Alzheimer, una enfermedad degenerativa que afecta al funcionamiento de nuestro cerebro.


Un equipo de científicos del Instituto de Investigación Rotman (Canadá) demostró que las personas que habían hablado dos o tres idiomas durante varios años podían retrasar los síntomas de la enfermedad cinco años. Con el multilingüismo no solo adquieres conocimientos, sino que estás invirtiendo en tu salud.


Nuestro cerebro funciona exactamente igual que los músculos del cuerpo y funciona mejor cuando lo estimulamos y lo hacemos trabajar. De hecho, si lo sometemos a esfuerzos y ejercicios regulares podemos ampliar su tamaño.


¡Ejercitar el cerebro hace que nuestras neuronas funcionen mejor!


Un cerebro bien entrenado puede realizar nuevas tareas con mayor facilidad. En el caso de aprender un nuevo idioma, un cerebro que ya ha logrado asimilar normas gramaticales y expresiones en una lengua extranjera, tendrá más facilidad para volver a hacerlo con un nuevo idioma.


De mismo modo, el multilingüismo puede desarrollar nuestra capacidad de tomar decisiones y adaptarse mejor a los cambios.


Eso es gracias a la flexibilidad del cerebro para ir cambiando de lengua. Según un estudio de la Universidad de Houston (Estados Unidos), los jóvenes que hablaban español e inglés tienen mayor capacidad de concentración que los que solo se expresan en inglés.

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